De pronto alzó su vuelo pausado y elegante con un rumbo determinado. Sus multicolores dibujos exagerádamente atractivos nos hipnotizaban sin poder vislumbrar el rumbo que la atraía. Hasta que por fin, tal vez subyugada por el carmín de las frutas, la inocente mariposa decidió continuar su especie justo en éste lugar. Y depositó todos sus huevos en ésta planta de frutilla. Con el microscopio lo vemos de ésta manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario